P-414 - ¿ES POSIBLE UNA APROXIMACIÓN ANATÓMICA A LOS ESTUDIOS FUNCIONALES ANORRECTALES?
Hospital Regional Universitario de Málaga, Málaga.
Introducción: Tanto la manometría anorrectal como los estudio morfológicos del canal anal se han revelado como potentes herramientas en el estudio de pacientes con incontinencia fecal secundaria a un amplio espectro de patologías. Aunque no se ha observado una concordancia suficiente entre hallazgos funcionales y anatómicos en pacientes sanos, existen indicios de que, en pacientes con afectación del complejo esfinteriano, podría correlacionarse el grosor de los esfínteres con diversas variables manométricas.
Métodos: Presentamos una serie de siete casos (seis pacientes con patología anorrectal establecida y un control sano) estudiados por incontinencia fecal mediante prueba de imagen y manometría anorrectal. Se incluyeron dos casos de insuficiencia esfinteriana tras esfinterotomía lateral interna, uno de ruptura esfinteriana por trauma obstétrico, uno secundario a estenosis anal, uno de rectocele así como otro de distrofia esfinteriana. En todos los casos se llevó a cabo ecografía endoanal 360o, resonancia magnética pélvica o defecograma además de manometría con estudio de perfil pasivo de relajación-contracción, reflejo rectoanal inhibitorio, tests de sensibilidad, test de fatiga y test de expulsión. A partir de los datos manométricos se construyó mapa de presiones 360o, cuya concordancia con el mapa anatómico se confronta.
Resultados: Los mapas de presiones obtenidos ilustran la anatomía funcional de los pacientes estudiados y permiten una visualización morfológica de las alteraciones esfinterianas estudiadas con una correlación adecuada con los defectos anatómicos objetivados mediante ecografía, resonancia o estudio morfológico dinámico.
Conclusiones: Aunque en el estudio de los pacientes con incontinencia fecal existe falta de consenso en la literatura acerca del papel diagnóstico de los diferentes parámetros obtenidos por estudio de imagen y por manometría anorrectal, el estudio de la anatomía funcional obtenida a partir del mapa de presiones podría ayudar a clarificar los hallazgos anatómicos subyacentes y a seleccionar qué pacientes se beneficiarán de tratamiento de biofeedback.