Mientras en Latinoamérica la especialidad de Cirugía Maxilofacial (CMF) exige ser dentista, en gran parte de los países desarrollados es necesario ser médico y dentista, el llamado doble grado (DG-CMF)1. Ello conlleva que la formación de un especialista en CMF sea muy extensa y costosa, cuestión que probablemente ha influido en la ausencia de este tipo de programas en nuestra región. Sin embargo, en los últimos años han aparecido artículos que han destacado la necesidad de su implementación1-3.
Considerando lo anterior, la opción norteamericana del DG-CMF aparece como una opción de interés dada su eficiencia, pues en 6 años permite a dentistas o médicos formarse como CMF y obtener el segundo grado3,4. Aquí debemos recordar que en Latinoamérica la carrera de pregrado de Odontología tiene una duración de 5-6 años, Medicina de 6-7 años y CMF de 3-4 años. En la práctica, la mayoría de los CMF son dentistas que han completado una formación universitaria de 8 a 10 años, pero a diferencia de otros cirujanos (de base médica) no cuentan con titulación en Cirugía General, que dura 2-4 años.
Si consideramos la realidad norteamericana como modelo, los programas de DG-CMF para Latinoamérica deberían tener una extensión cercana a los 9 años (4 de Medicina, 2 de Cirugía General y 3 de CMF), lo que sumado a los 5-6 años de Odontología significan 14-15 años de formación. Esta cifra es casi idéntica a la realidad norteamericana promedio de 14 años (4 de college, 4 de Odontología y 6 de CMF/Medicina), pero además tiene en consideración las vías de formación del resto de los cirujanos en nuestra región.
Si hemos de considerar el modelo norteamericano, no debemos obviar los motivos que llevaron al Dr. Guralnick4 a fundar esta clase de programa en Harvard hace 5décadas, que no es otra que mejorar los estándares de la CMF. Así, se hace necesario erradicar cualquier visión grado-céntrica simplista y enfocada en la mera obtención de un respaldo (médico) legal como algunos pretenden3.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.