La pandemia del COVID-19 marcó una ruptura en la educación global escolar y superior. El uso de las TIC ya se había popularizado en casi todos los estratos de la educación, sin embargo, el uso de las redes sociales, como Facebook, Instagram, WhatsApp, Twitter, entre otras, no eran tomadas en cuenta desde el ámbito formal educativo, aunque sí por parte de los creadores de contenido ligados a la educación. Al respecto, el artículo «COVID-19 y uso de redes sociales virtuales en educación médica»1 aborda el uso de las redes sociales en la educación universitaria en una escuela de Medicina. Los resultados son muy interesantes, pues muestran los aspectos positivos y negativos de esta práctica. Un hallazgo singular consiste en que el uso de las redes sociales en la educación posibilitó que esta no interrumpa el ciclo académico. Por otro lado, el otro aspecto muestra la debilidad de la socialización virtual, competencia tan necesaria para los futuros profesionales de la medicina.
Es importante conocer cómo las redes sociales potencian el trabajo colaborativo2 y cómo el aprendizaje activo es producto de la socialización en la educación superior3. La educación virtual amplía sus facultades con las redes sociales, pero la falta de la implementación de una gran infraestructura ligada al acceso del Internet, puede generar una frustración por parte de los docentes y los alumnos. La enseñanza virtual puede servir de complemento a la presencial, pero no reemplaza la demanda del contacto directo con el paciente4 . Los cursos en donde sucede la interacción del docente, el estudiante y el paciente requieren la socialización presencial para su efecto cognitivo5,6.
En conclusión, la educación virtual y las redes sociales complementan y potencian la educación universitaria en las carreras de Medicina. Si bien, no pueden reemplazar cursos que involucran la interacción con el paciente, sí logran un tipo de interacción colaborativa entre los estudiantes. La pandemia ha impulsado el uso de la enseñanza virtual. A partir de aquí se pueden añadir líneas de investigación ligadas al diseño de plataformas virtuales combinadas a los beneficios de las redes sociales y a la forma en que aprenden los estudiantes en la actualidad.
Responsabilidades éticasLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
FinanciaciónNinguna.
Conflicto de interesesEl autor declara no tener ningún conflicto de intereses.