Introducción: El romosozumab es el tratamiento antiosteoporótico más recientemente comercializado en nuestro país, de gran potencia por su acción dual. Las guías recomiendan su uso en osteoporosis grave con alto riesgo de fractura, desaconsejándolo en pacientes con antecedentes cardiovasculares o alto riesgo, al haberse descrito posible aumento de eventos cardiovasculares durante el tratamiento en un ensayo.

Objetivos: Describir las características y perfil de los pacientes de nuestra área en los que se pautó romosozumab.

Métodos: Se incluyeron todos los pacientes del Hospital Universitario de Jaén a los que se prescribió romosozumab (RMZ) desde su comercialización, registrándose datos de edad, sexo, antecedentes de fracturas, uso de corticoides, servicio prescriptor, valores de densitometría y puntuación en la escala Regicor de riesgo cardiovascular.

Resultados: 20 pacientes, todas mujeres de 66,4 ± 8,7 años, posmenopáusicas con IMC 24,6 ± 3,4. 5 de ellas con toma crónica (> 3 meses) de corticoides. En 15 casos fue prescrito por Reumatología, 2 por Endocrinología, 2 por Medicina Interna y 1 Traumatología. La puntuación media en Regicor fue 2,9 ± 0,8 (rango 0-4). Solo 11 pacientes a fecha de nuestra revisión habían completado el ciclo de tratamiento, detectándose mejoría densitométrica en columna (-3,7 vs. -3,3; p 0,027). En 1 caso se detectó fibrilación auricular de novo. La tabla describe un resumen de los antecedentes, datos densitométricos y tratamiento previo.

Conclusiones: En nuestra serie el uso de romosozumab se adecua a lo recomendado por las guías: pacientes con fractura previa reciente, casi en la mitad más de una, y muy baja densidad mineral en columna. Las tres cuartas partes ya estaban tratadas, algunas con tratamientos de alta potencia.