Introducción: Las repercusiones de la diabetes mellitus tipo 2 en el pie han sido ampliamente estudiadas. Desgraciadamente, en diabetes tipo 1 no tenemos apenas datos de prevalencia e incidencia de úlceras, amputaciones o pie de riesgo; si bien conocemos ampliamente que un buen acceso a la atención sanitaria y el correcto control glucémico disminuyen y/o evitan su aparición.

Objetivos: Determinar prevalencia e incidencia de anomalías en el pie de nuestros pacientes con diabetes tipo 1 de más de 30 años de evolución.

Métodos: El estudio consta de 51 pacientes (66% mujeres), con una edad media de 54,6 años y 38,1 años de evolución de diabetes. Su HbA1c media fue de 7,45% (rango 5,9-10,5). El 74,5% tenían retinopatía en algún grado, 17,6% nefropatía, 2% habían sufrido IAM y 2% habían sufrido ictus.

Resultados: En cuanto al examen dermatológico, el 33% (17) presentaban alteraciones ungueales; el 41% (21) hiperqueratosis, el 16% (8) deformidades y el 8% (4) úlceras previas. En relación al examen neurológico, 4 pacientes (4%) presentaron alteraciones en la prueba del monofilamento. La exploración vascular determinó que la palpación de pulsos fue dudosa en 16 pacientes, a los que se les realizó el índice tobillo brazo, que fue patológico en 1 de ellos (oclusión leve).

Conclusiones: Según la escala de la IWGDF, 8 pacientes (el 16%) presentaban un pie de riesgo. Por tanto, podemos concluir que las personas con diabetes tipo 1 de larga evolución presentan complicaciones en su mayoría microangiopáticas. Únicamente se detecta neuropatía en un 4% de ellos, si bien presenta pie de riesgo el 16%. Debemos insistir en la exploración del pie para mantener estos datos.