Introducción: El carcinoma anaplásico de tiroides representa un 1,7% del total de cánceres tiroideos. La edad media de presentación es de 65 años y predominio del sexo femenino. Un 20% presenta antecedentes de neoplasias tiroideas diferenciadas. La mediana de supervivencia desde el diagnóstico es de 5 meses, y la supervivencia media a uno y a cinco años es de un 20 y un 5% respectivamente.

Objetivos: Analizar las características epidemiológicas y factores pronósticos de los pacientes diagnosticados de carcinoma anaplásico tiroideo en nuestro hospital.

Métodos: Estudio retrospectivo descriptivo de pacientes con diagnóstico histológico de carcinoma anaplásico de tiroides.

Resultados: Efectuamos un análisis de los 17 casos diagnosticados en nuestra área en los últimos 25 años. Hemos observado datos concordantes con respecto al sexo (64,7% mujeres) y a la supervivencia prolongada (5,8% a los 5 años). No obstante, existe una diferencia en la edad de diagnóstico (media 74 años), así como en la mediana de supervivencia (5 semanas). Se realizó PAAF en el 94% de los pacientes permitiendo establecer el diagnóstico de malignidad en el 88% de los casos. El 47% eran portadores de bocio. El 65% de los pacientes se encontraban en un estadio IVc al diagnóstico. Fueron intervenidos 7 pacientes. Tras la cirugía, 2 de los pacientes recibieron además radioterapia externa como tratamiento adyuvante. En los casos inoperables, 2 pacientes recibieron sólo quimioterapia y 1 radioterapia. En el resto de pacientes, el tratamiento consistió en el mantenimiento de la vía aérea, soporte nutricional, y aplicación de cuidados paliativos. Ninguno de los pacientes tenía antecedentes de neoplasias tiroideas, ni de irradiación cervical.

Conclusiones: La incidencia del carcinoma anaplásico tiroideo es reducida, también en nuestra área, donde el bocio puede considerarse una condición endémica, y asienta principalmente en el sexo femenino. La supervivencia media de nuestros pacientes es menor a la recogida en diferentes series de la literatura, hecho atribuible a la mayor edad media de diagnóstico en nuestra área, así como a la afectación extraglandular en el momento de diagnóstico, siendo ambos factores pronósticos en esta patología.