FRACTURAS DE LA COLUMNA TORACOLUMBAR EN LA URGENCIA: LO QUE EL CLÍNICO NECESITA SABER
Complejo Hospitalario de Navarra, Pamplona, España.
Objetivos docentes: Definir los tres tipos básicos de fractura según la clasificación actualizada de la AOSpine. Describir la clasificación TLICS y sus implicaciones prácticas en el manejo de las fracturas. Establecer una correlación práctica entre las dos clasificaciones anteriores.
Revisión del tema: La clasificación TLICS es fácil de aplicar y permite predecir de manera fiable qué fracturas son estables y cuáles son inestables o tienen riesgo de serlo. El papel principal del radiólogo consiste en valorar la estabilidad mecánica de la fractura, que está definida tanto por su morfología (estabilidad inmediata) como por la integridad del complejo ligamentoso posterior (estabilidad a largo plazo). La estabilidad neurológica está determinada por el estado neurológico del paciente, cuya valoración principal corresponde al clínico. Los cuatro tipos morfológicos de fractura, según la clasificación TLICS, guardan una exquisita correlación con la clasificación actualizada de la AOSpine, ampliamente usada también por los traumatólogos.
Conclusiones: El radiólogo desempeña un papel fundamental en la valoración de la estabilidad mecánica de las fracturas de la columna toracolumbar. Es por ello que necesita tener un conocimiento preciso de los factores que afectan a esta última, para dejarlos correctamente plasmados en el informe radiológico, con su correspondiente clasificación, porque ello tiene implicaciones directas en el manejo terapéutico del paciente.