Un saludo cordial. Con mucho interés y agrado hemos sido testigos del incremento paulatino de los artículos, publicados durante este año en su prestigiosa revista. En particular de aquellos que abordan, desde diversos enfoques y contextos, un punto neurálgico en la formación del estudiantado universitario en el mundo de hoy; la investigación estudiantil también denominada actividad científica estudiantil o investigación para el aprendizaje.
Consideramos de gran importancia el reverdecimiento de esta cuestión y sobre todo el acercamiento a cómo se percibe e influye la publicación científico-académica en la producción científica estudiantil.
Como se ha demostrado en el marco de esta publicación seriada, la investigación estudiantil es una actividad que, en la práctica, implica superar una gran cantidad de disímiles obstáculos1. Sobre todo hemos constatado que los autores, en su gran mayoría se abocan a resaltar estos obstáculos. Es así que Martínez y Salomon concluyen, que dentro de un contexto donde el docente no publica es difícil para un estudiante hacerlo, pues es el mismo docente quien condiciona la idea de reservar la publicación para investigaciones excepcionales; creando en el estudiante la idea que la publicación es algo utópico2. Por su lado, Rios señala que no solo se trata del insuficiente conocimiento sobre la metodología de investigación, sino también de la falta de preparación en cuanto a la publicación científica, lo que dificulta la misma por parte del estudiantado3.
En nuestro criterio, las consideraciones que realizan los autores remiten a una conclusión: es relevante e inminente el estudio de la actividad científica estudiantil de manera transversal y con una perspectiva de educación comparada. Ello no viene siendo practicado lo suficiente en Iberoamérica y mucho contribuiría a la coordinación de los esfuerzos aislados que se vienen gestando en esta dirección, con el fin de aprender de las maneras en que se solucionan los problemas asociados a la investigación estudiantil en diferentes contextos.
Por último, nos gustaría resaltar la publicación del artículo «Clasificación de la actividad científica estudiantil en la educación médica superior»; ya que aporta ampliamente en el orden teórico-práctico a todos aquellos que actualmente buscan reflexionar y transformar el campo de la investigación estudiantil para el aprendizaje4.
No obstante, nos resulta de interés hacer un llamado sobre lo cruciales que resultan los esfuerzos colaborativos por incorporar, de cara al futuro, miradas a este fenómeno desde un enfoque de investigación-acción y con fines propositivos más que descriptivos o explicativos. En este sentido tiene ya un camino recorrido y muchas experiencias que aportar la Universidad Nacional de Chimborazo del Ecuador; a partir de la Estrategia de Promoción y Desarrollo Integrado de la Investigación Estudiantil para el Aprendizaje que esta institución, abierta a la colaboración internacional, desarrolla desde el Vicerrectorado de Investigación y Posgrado5.
Particularmente, compete subrayar que la revista; en tanto reúne actores y espacios reales para el avance de la investigación estudiantil, está cumpliendo más allá de socializar los argumentos de los autores, el fundamental papel de promover la contribución al avance en la profundización sobre este fenómeno y constituirse en un espacio real e interactivo para abordar esta problemática.
En síntesis, creemos muy loable el esfuerzo de los autores por las investigaciones que presentan y del comité editorial al ofrecer la oportunidad al debate, reflejando cuán ávida se encuentra la comunidad científica de profundizar en este tema y cuán activa es la revista en su apertura y apoyo al mismo.
¡Felicitaciones por vuestra obra y continuemos impulsando el desarrollo de la ciencia joven!
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.