En la actualidad, hemos presenciado avances realmente interesantes en el ámbito de la inteligencia artificial (IA), como es el caso de ChatGPT. Este modelo, desarrollado por OpenAI, marca un avance hacia una IA que no solo procesa datos, sino que también puede entender y conectarse con nosotros de una manera más humana1.
En el artículo2 se destaca que ChatGPT facilita la creación de instrumentos de evaluación claros y comprensibles, ahorrando tiempo a los evaluadores y mejorando la experiencia educativa. Asimismo, en el ámbito de la salud, es necesario considerar otros factores3,4. Quizás lo más importante sea preguntarnos: ¿cuál será el papel de los profesionales de la salud en este nuevo contexto?
Los futuros profesionales de la salud deben regular éticamente el uso de herramientas como ChatGPT, ya que un uso irresponsable podría llevar a malinterpretaciones y a considerar válidas respuestas que podrían resultar erróneas. Por ejemplo, ante una pregunta como: «tengo mareos, ¿qué me recomiendas tomar?», dio como respuesta: «…asegúrate de estar bien hidratado. Descansa en un lugar cómodo y evita movimientos bruscos. Algunas personas encuentran alivio con el jengibre en té o caramelos». Por ello, las personas pueden considerar seriamente las respuestas de herramientas como ChatGPT y esto podría llevar a que el remedio sea peor que la enfermedad.
A medida que la tecnología avanza es esencial recordar la importancia de la atención personalizada que solo un ser humano puede ofrecer. La empatía y la conexión humana son insustituibles en el cuidado de las personas5,6. Aunque algunas respuestas de ChatGPT, como simulaciones de diálogos y revisión de términos médicos, pueden ser útiles, los profesionales deben usar la tecnología de manera ética7–9.
En definitiva, la IA es una herramienta valiosa, pero no puede reemplazar el pensamiento crítico y analítico de los seres humanos.
FinanciaciónNo existen fuentes de financiación públicas ni privadas.
Contribuciones de autoríaLos autores han contribuido con la redacción y revisión de la versión final.
Conflicto de interesesLos autores señalan que no existe ningún conflicto de intereses.