En los últimos 20 años hay cada vez más evidencia de que la práctica colaborativa es un requisito para una atención de la salud de calidad y segura para la ciudadanía, los profesionales y el sistema de salud. A pesar de ello, los estudios señalan que sigue siendo un reto, a la espera de un mayor conocimiento sobre su complejidad para conseguir formas más óptimas y efectivas de trabajo colaborativo. Actualmente, la práctica colaborativa se encuentra lejos de lo que podría ser, enfrentándose a numerosos retos, entre los que se incluyen la socialización e identidad profesional, el liderazgo de los equipos, las jerarquías y la cultura organizacional. En este artículo se examina la evidencia sobre conceptos clave que establecen las bases para comprender la práctica interprofesional: su impacto en los indicadores de salud, los factores que condicionan el trabajo colaborativo y las percepciones de los profesionales de la salud sobre la práctica colaborativa. Finalmente, a modo de conclusiones, se apuntan algunos de los retos pendientes en relación con la práctica colaborativa en salud en nuestro país.
Over the last 20 years there has been growing evidence that collaborative practice is a prerequisite for high quality, safe health care for the general population, professionals and the health system. Despite this evidence, research shows that implementing collaborative practice remains a challenge, awaiting better understanding of its complexity in order to achieve optimal and effective forms of collaborative practice. At present, collaborative practice is far from what it could be, facing numerous challenges including socialisation and professional identity, team leadership, hierarchies and organisational culture. This paper examines the evidence on key concepts which are the basis for understanding interprofessional practice, including its impact on health indicators - the factors that shape teamwork and health care professionals’ perceptions of collaborative practice. Finally, by way of conclusion, some of the outstanding challenges in relation to collaborative practice in health care in Spain are pointed out.