160/1816 - Sepsis a domicilio
aMédico Residente de 4º año de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Fuensanta. Córdoba.
Descripción del caso: Antecedentes personales: hipertensa, intervenida de quiste hepático-renal complicado con hepatectomía y nefrectomía parcial derecha en 1985, insuficiencia renal crónica secundaria a poliquistosis hepatorrenal en tratamiento con diálisis. Paciente de 78 años, que solicita aviso a domicilio por fiebre de 38o, vómitos alimenticios tras la ingesta y molestias en hemiabdomen derecho desde hace 24 horas.
Exploración y pruebas complementarias: A la exploración en domicilio presenta temperatura de 37,1 oC, tensión de 64/45, tonos arrítmicos a 114 lpm, molestias inespecíficas en hemiabdomen derecho sin signos de peritonismo. Analítica al ingreso (06/08/15): leucocitos 7.600 con 86,2% neutrófilos. PCR: 289. Orina; proteínas 500, leucocitos 100, nitritos negativos, bacterias escasas. Microbiología: urocultivo positivo a Enterococo faecalis. Hemocultivos negativos. TC abdomen (11/08/15): poliquistosis hepatorrenal ya conocida. El mayor de los quistes hepáticos en segmento IV ha aumentado de tamaño pasando de 66 a 83 mm de diámetro axial máximo con pared captante y engrosada, hallazgos que sugieren sobreinfección.
Juicio clínico: Sepsis secundaria a quiste hepático complicado. Infección urinaria por enterococo faecalis.
Diagnóstico diferencial: Hidatidosis, colecistitis aguda o malignidad.
Comentario final: La paciente comienza antibioterapia empírica, aun así presenta picos febriles de hasta 40 oC con hipotensión arterial asociada y malestar general. Se cambia el esquema de antibioterapia iniciando vancomicina y ceftazidima, encontrándose desde entonces afebril y con mejor situación clínica. El inicio de este caso clínico comenzó desde el momento en que la enferma llama a su médico de familia a domicilio. Se entrevista y explora a la paciente con evidentes signos clínicos de gravedad. Se deriva a urgencias ante síndrome febril acompañado de hipotensión y posible fibrilación auricular rápida no conocida. Lo bonito de la atención primaria es conocer a tu paciente, ser el primero en atenderlo y posteriormente, hacer un seguimiento para intentar en todo momento, que si algo se complica, seamos nosotros los que demos la voz de alarma y el paciente vuelva a casa lo más recuperado posible. En visitas posteriores la paciente se encuentra más tranquila y sin sintomatología actual.
BIBLIOGRAFÍA
1. Aguilar Rodríguez F, Bisbal Pardo O. Manual de diagnóstico y terapéutica médica. Hospital Universitario 12 de Octubre. 7ª edición. Madrid, 2012.