Introducción: El yodo radioactivo (I 131) constituye uno de los pilares del tratamiento del hipertiroidismo, sin embargo, no siempre consigue normalizar de forma permanente la función tiroidea. El objetivo de nuestro estudio fue describir la evolución, durante el primer año de seguimiento, de los pacientes con hipertiroidismo primario tratados con I 131 desde 2018 hasta 2022 en el HCDGU.

Métodos: Estudio descriptivo, retrospectivo y longitudinal. Muestreo consecutivo no probabilístico, obtenido del registro de Radiofarmacia. Se seleccionaron aquellos que recibieron I 131 por hipertiroidismo de causas: enfermedad de Graves Basedow (EGB), bocio multinodular hiperfuncionante (BMN-H) y adenoma tóxico (AdTx). Se excluyeron pacientes sin seguimiento en Endocrinología. Variables clínicas y analíticas previas al I 131 y hasta 1 año postyodo. Estadística con SPSS versión 25.

Resultados: 44 pacientes, edad de 56,5 años [21-85]. 84% mujeres. Etiología: EGB: 48%; BMN-H: 34% y AdTx: 18%. 100% recibió solo 1 dosis (10,2 mCi RI: [5,7-15,6]). TSH (UI/L) pre y 1, 3, 12 meses postyodo respectivamente: 0,04 [0- 9,1]; 1,21 [0-4,4]; 3,63 [0-113] y 1,65 [0-13,1]. T4L(pg/mL) Pre 1,26 [0,68-7,7]; post 1, 3 y 12 meses 1,26 [0,64-8]; 0,98 [0,1-4,2] y 1,22 [0,6-12,4]. Pacientes con EGB TSI positivos 18/21 preyodo y a los 12 meses 9/21. 1 año posyodo: eutiroidismo 34%, hipotiroidismo 55% e hipertiroidismo 11%. El eutiroidismo al año fue más frecuente en aquellos con BMN-H frente al AdTx y EGB (p 0,016). No diferencias significativas del patrón tiroideo al año posyodo según la dosis del radioyodo (mCi) 10, ni según las dosis previas de antitiroideos. No hubo casos de hipertirodismo grave tras radioyodo. 13% presentó algún tipo de toxicidad leve.

Conclusiones: Solo 1/3 de los pacientes permanecieron eutiroideos 1 año posyodo, sin embargo, no se observaron efectos secundarios graves en ningún caso y los pacientes con hipotiroidismo consiguieron buen control en corto plazo.