Hemos leído con atención el artículo referente a la discusión de los artículos científicos1 y es relevante porque es la parte medular del desarrollo de la ciencia y además porque se han considerado una serie de subcategorías y sus respectivas limitaciones para su redacción. No obstante, consideramos que es necesario tener en cuenta la articulación de los elementos que conforman su estructura y sus propósitos: contrastación o creación de nuevos conocimientos y su aplicación para resolver problemas.
Para una adecuada redacción de la discusión primero se debe tener en cuenta su estructura: explicación de resultados, aspectos no resueltos, contrastación de resultados con estudios previos, exposición de las consecuencias teóricas e implicancias prácticas, formulación de las conclusiones y las respectivas pruebas que las confirmen2, propuesta de nuevos estudios3 y las implicancias de los hallazgos para investigaciones posteriores4.
En segundo lugar, se requiere comprender que la discusión articula el proceso de la investigación porque su ejecución integra la teoría o los estudios previos, los objetivos de la investigación que se vinculan con las conclusiones4, los resultados y su coherencia con los problemas e hipótesis5, las limitaciones del estudio y sus posibles implicancias del mismo.
En tercer lugar, la importancia de la discusión, a parte de las dificultades para su elaboración1,2,6 sobre cómo redactar o argumentar esta parte del manuscrito, radica en la confirmación o contrastación con otros estudios o investigaciones; el aporte de los nuevos hallazgos4 o la información nueva para destacar los resultados7 que aportan a la ciencia; asimismo, la aplicación de los nuevos conocimientos o hallazgos para resolver problemas que es uno de los principales propósitos de la ciencia8.
En suma, la relevancia de la discusión estriba en la confirmación o no de teorías o estudios previos, la creación de nuevos conocimientos y las aplicaciones prácticas de estos2,7 para resolver problemas complejos; no solo se trata de acumular conocimiento, sino de su aplicación, según el tipo de ciencia, para generar crecimiento, satisfacción social, cultural y económica9.