Introducción: La obesidad constituye la epidemia del siglo XXI y su importancia radica en su asociación con una elevada morbimortalidad sobretodo la de tipo abdominal al constituir un factor RCV independiente.

Métodos: Se reclutó una cohorte de 124 pacientes de la consulta monográfica de obesidad que realizaban seguimiento personalizado e intensivo cada 45-60 días por personal de enfermería especializado. Se valoraron parámetros antropométricos y metabólicos al inicio de la intervención y tras 6 meses.

Resultados: La edad media era de 55,32 años ± 16,4 años, 95 (76,6%) eran mujeres y 29 (23,4%) hombres. Al inicio el índice de masa corporal (IMC) era de 40,58 ± 6,75 (peso medio 105,99 Kg ± 21). Eran diabéticos tipo 1 3 (2,4%), tipo 2 en tratamiento con ADO 30 (24,1%) y con insulina 5 (4%).La tensión arterial sistólica (PAsist) era de 136 ± 21,9 y diastólica de 83,8 ± 12,45 mmHg. La HbA1c media de los 38 pacientes diabéticos era de 6,42 ± 2,8%. El colesterol total era de 185,86 ± 60,99 mg/dl, LDL-c 94,72 ± 53,67 mg/dl y triglicéridos 184,65 ± 390,47 mg/dl. A los 6 meses se produjo una reducción significativa del peso y el IMC siendo respectivamente de 95,47 ± 19 y de 36,56 ± 6,1 (p < 0,001). También se produjo una disminución evidente de la PAsist en 9,56 ± 24 (p < 0,001) y de la PA diastólica en 7,4 ± 15,13 mm (p < 0,0001) así como mejoría del control glucémico en los pacientes diabéticos con un descenso de la HbA1C de 1,17 ± 1,24% (p. < 0001). Las modificaciones del perfil lipídico no fueron significativas respecto a los valores iniciales. Se consiguió pérdida ponderal superior al 8% en 6 meses (objetivo ideal según la SEEDO) en 70 pacientes (56,5%) no habiendo diferencias según sexo, aunque si por edad (mayor pérdida ponderal en menores de 35 años).

Conclusiones: Nuestros pacientes experimentan una mejora tanto antropométrica como metabólica en un corto plazo, por lo que se benefician de incidir de manera activa en medidas higiénico-dietéticas.