Introducción y objetivos: Las lesiones coronarias largas (≥ 21 mm) tienen alto riesgo de reestenosis. Los stents bioabsorbibles liberadores de everolimus (BVS) pueden evitar este inconveniente.

Material y métodos: De 556 pacientes (680 lesiones) tratados con BVS, seleccionamos 206 pacientes con 236 lesiones largas (35%).

Resultados: Edad media: 57 ± 9 años. Angina estable en 56 pacientes y síndrome coronario agudo en 180 (76%); 56, diabéticos (24%). Longitud media de la lesión: 32 ± 13 mm. 42 BVS en oclusión crónica. Diámetro medio proximal de referencia: 2,99 ± 0,36 mm; 149 lesiones recibieron un solo BVS (28 mm), 62 fueron tratadas con varios BVS solapados y 25, no solapados. La longitud del BVS fue de 32 ± 13 mm. El BVS fue implantado con éxito en el 100% con (n = 150; 63%) o sin (n = 86; 37%) predilatación. Posdilatación en 88 lesiones (37%) con balón no compliante (diámetro de 3, 1 ± 0,4 mm). Tras el implante todas las ramas laterales ≥ 2 mm permanecieron permeables. Los pacientes fueron dados de alta con doble antiagregación durante al menos un año. Seguimiento clínico medio de 13 ± 7 meses. MACE total del 4%; hubo 2 trombosis subagudas (0,9%), con una muerte (0,5%). Durante el seguimiento, un paciente falleció (0,5%) por trombosis tardía (11 meses después). Se realizó angioTAC cardiaco a los 6 meses en 88 pacientes (evaluaron 103 lesiones). Se detectaron 6 reestenosis, revascularizándose la lesión en todos ellos (3%). Todas las ramas laterales > 1 mm estaban permeables.

Conclusiones: El tratamiento percutáneo con BVS para las lesiones coronarias largas parece ser una estrategia prometedora. Presenta una baja tasa de eventos hospitalarios y en el seguimiento a medio plazo. Los datos obtenidos son similares a los que presentan los stents metálicos liberadores de fármacos.