Introducción: La DM2 trae consigo un riesgo aumentado de fracturas, lo cual está asociado entre otras cosas al control glucémico crónico y a la duración de la enfermedad. Paradójicamente es conocido que los pacientes con DM2 tienen DMO normal o aumentada en comparación con la población sin dicha patología, esto debido a una situación de bajo remodelado óseo pero donde existe una alteración en la microarquitectura ósea.

Objetivos: Evaluar la densidad mineral ósea en mujeres con DM2 y postmenopáusicas en seguimiento en nuestro centro, además de determinar el control glucémico crónico mediante HbA_1c y años desde el diagnóstico de DM2.

Material y métodos: Estudio de corte transversal y descriptivo para el cual se evaluó una muestra accidental de 84 pacientes posmenopáusicas y con DM2, cuya alteración en el metabolismo hidrocarbonado fuese seguida en los centros de atención especializadas asociadas a nuestro hospital, que además contasen con estudio densitométrico (DXA) del año 2022 y/o 2023, solo se incluyeron pacientes que no tuviesen constancia clínica de otra patología que justificase alteración secundaria en la DMO y aquellas con edad inferior o igual a 65 años.

Resultados: Los resultados obtenidos fueron los siguientes: La edad media es de 63,29 años [IC95% 62,98;63,59]. La media del T-Score para columna es de -0,85 DE [IC95% -1,12; -0,58] y para fémur -0,98 DE [IC95% -1,23; -0,73]. Respecto a la HbA_1c la media es de 8,96% [IC95% 8,76;9,16]. Por último, la media de los años de diagnóstico es de 13,86 [IC95% 12,29;15,43].

Conclusiones: La HbA_1c media corresponde a un mal control glucémico crónico, esto debido probablemente a la población de donde fue extraída la muestra, ya que si son seguidas en los centros de atención especializada es porque de por sí son pacientes en las que ha habido dificultad para el control crónico de la enfermedad, además de largo tiempo de enfermedad (> 10 años de diagnóstico de media). La media del T-Score para columna se encuentra en rango de normalidad-osteopenia e igualmente para fémur, en todo caso en ninguna de las 2 localizaciones la media alcanza el rango de osteoporosis a pesar de haberse estudiado una población con alto riesgo para desarrollar la misma (pacientes en menopausia). Para concluir y como aporte a futuros trabajos, sería interesante comparar los resultados del presente estudio con poblaciones de características similares pero sin DM2 y constatar (o no) la singularidad de la DMO en pacientes con alteración en el metabolismo hidrocarbonado en nuestra población.