Objetivo docente: Describir diferentes patologías pericárdicas, valorando las ventajas y limitaciones de las técnicas de imagen.

Revisión del tema: La ecocardiografía es la primera modalidad de imagen en patología pericárdica, pero la TC y RM están especialmente indicadas por su excelente delineación anatómica pericárdica y su mejor caracterización tisular. Revisaremos diferentes patologías: derrame pericárdico: la TC y RM están indicadas ante derrames loculados, hemorrágicos o engrosamientos pericárdicos. Pericarditis constrictiva: El engrosamiento pericárdico asociado a fallo cardíaco es altamente sugestivo. La TC además detecta calcificaciones pericárdicas. Pericarditis sin constricción: el realce del pericardio engrosado indica inflamación. Masas pericárdicas: La TC y RM contribuyen a caracterizarlas. Quistes pericárdicos congénitos: predominio en ángulo cardiofrénico derecho. Hematomas: la RM permite caracterizarlos, valorar el tiempo de evolución y diferenciarlos de otras masas pericárdicas. Neoplasias: las neoplasias primarias son raras siendo las metástasis más frecuentes. Los tumores benignos incluyen lipoma, teratoma, fibroma y hemangioma y entre los malignos destacan el mesotelioma, linfoma, sarcoma y liposarcoma. Generalmente precisaremos biopsia. Ausencia congénita de pericardio: los defectos son generalmente parciales e izquierdos. El diagnóstico definitivo puede obtenerse por TC o RM demostrando interposición pulmonar entre aorta y arteria pulmonar principal y ausencia de pericardio. Presentamos casos documentados con ecocardiografía, TC y RM, siendo de especial interés dos hematomas pericárdicos postquirúrgicos, un linfoma pericárdico y dos ausencias parciales de pericardio izquierdo.

Conclusiones: Aunque la ecocardiografía es la primera modalidad en la patología pericárdica, actualmente la TC y RM ofrecen ventajas, especialmente en derrames pericárdicos loculados o hemorrágicos, pericarditis constrictiva y masas pericárdicas.