Objetivos docentes: Exponer cuales son los principales hallazgos radiológicos en la evolución temporal de los hematomas intracraneales, centrando principalmente su estudio por resonancia magnética y determinar su antigüedad en función de la señal obtenida en secuencias T1 y T2.

Revisión del tema: Los traumatismos craneoencefálicos (TCE) suponen la causa principal del amplio número de años de vida potencialmente perdidos, sobretodo una importante causa de morbimortalidad en jóvenes occidentales menores de 45 años. Podemos distinguir diferentes tipos de lesiones a causa de un TCE, que se clasifican según su localización en hematoma epidural, hematoma subdural y hemorragia intracerebral, entre otros. El diagnóstico inicial depende esencialmente del TC, por lo que se realiza de forma protocolizada en todo traumatismo, no siendo necesario realizar una RMN de rutina, donde veremos una imagen hiperdensa. La mayor utilidad de la RMN en el estudio de las hemorragias intracraneales es ayudar a establecer la antigüedad de la lesión en función de la señal obtenida por la presencia de sustancias paramagnéticas derivadas de la hemoglobina. La variabilidad de la intensidad de señal nos informará de la evolución temporal, así las primera horas puede pasar desapercibida y a medida que va evolucionando se verá hipointenso en fase aguda (1-3 días), hiperintenso en fase subaguda (8-14 días) como hipointenso en fase crónica (15 días o más), tanto en la secuencia T1 como T2.

Conclusiones: El TCE es una de las principales causas de morbimortalidad por el desarrollo de hemorragias intracraneales, por ello es fundamental llevar a cabo un diagnóstico precoz y un seguimiento estricto por técnicas de imagen.