Objetivos docentes: Realizamos un repaso de la anatomía facial y evaluamos una serie de casos de fracturas valoradas en nuestro hospital mediante TCMD.

Revisión del tema: El TCMD es la técnica más empleada a la hora de valorar fracturas faciales al ser un estudio de realización rápida, que permite una posición más cómoda para el paciente y una visualización detalladas de las estructuras óseas con posteriores reconstrucciones multiplanares y tridimensionales. El radiólogo debe incluir en su informe las regiones anatómicas implicadas en la fractura, el tipo de fractura y reconocer los signos indirectos que ayuden a sospechar su presencia y orienten a su localización (niveles hidroaéreos, edema de partes blandas, enfisema subcutáneo...). El esqueleto facial presenta "8 contrafuertes" que son zonas de anclaje de los huesos de la cara con la base del cráneo. La valoración de los contrafuertes implicados en las fracturas a estudio nos permite clasificarlas, predecir complicaciones, ayudar al manejo clínico del paciente y a valorar la necesidad de cirugía. Sin embargo, no sustituyen a una adecuada descripción de las áreas anatómicas implicadas.

Conclusiones: La TCMD es una técnica útil a la hora de la valorar fracturas faciales. El radiólogo debe describir en su informe las distintas regiones anatómicas implicadas en la fractura. La valoración de los contrafuertes ayuda a clasificarlas, predecir complicaciones y a decidir su manejo clínico y quirúrgico.