Introducción: Presentamos el caso de una paciente con acromegalia cuyo retraso diagnóstico se vio agravado por la utilización de mascarillas protectoras contra el virus SARS-CoV-2 en el contexto de la pandemia mundial acaecida a inicios de 2020. Analizamos el caso de una paciente con clínica sugestiva de cuadro acromegálico de 5 años de evolución.

Caso clínico: Presentamos el caso de una mujer de 69 años con antecedentes personales de alergia al pescado. Su primera consulta hospitalaria fue hace 5 años en el contexto de edema lingual atribuyéndose a sus antecedentes alérgicos. La paciente continuaba consultando, sumándose a la clínica descrita cefalea, disartria y crecimiento de partes acras. La utilización de las mascarillas protectoras contra el virus SARS-CoV-2 pudo provocar el enmascaramiento de las manifestaciones clínicas más características de la enfermedad, llegando a ser valorada por diferentes servicios médicos sin establecer un diagnóstico. Tras varias pruebas complementarias destaca un nódulo tiroideo TIRADS 3. Para continuar el estudio del mismo se deriva a consultas de Endocrinología, en las que, tras una exhaustiva historia clínica y valoración morfológica de la paciente retirando la mascarilla surge la sospecha de una Acromegalia subyacente, comenzando el estudio de la misma. Analiticamente los resultados fueron: hormona del crecimiento (GH) de 2,08 ng/mL (N:0-10 ng/mL) e IgF1 de 406 ng/mL (N: 37,29-164,03 ng/mL). Completamos el estudio solicitando sobrecarga oral de glucosa con unos niveles de GH de 3,5-2,5-3,11-6,25-5,37-3,72 (ng/mL). En la resonancia magnética no se evidenció tumor.

Discusión: La acromegalia es una enfermedad rara e infradiagnosticada. El uso de mascarillas durante la pandemia ha podido contribuir en el retraso diagnóstico al no poder visualizar correctamente las manifestaciones más características, tales como la macroglosia y los cambios faciales, y, con ello, influir de forma negativa en el curso y pronóstico de la enfermedad.