Descripción del caso: Paciente varón de 28 años, cazador, que convive con gatos en su casa, sin antecedentes médico-quirúrgicos relevantes salvo faringitis de repetición, que consulta por dolor de garganta de 6 días de evolución, dolores musculares y una adenopatía laterocervical izquierda.

Exploración y pruebas complementarias: Temperatura: 38,3 ^oC. Orofaringe levemente hiperémica sin placas ni signos de inflamación. Adenopatía laterocervical izquierda, de unos 32 mm, no dolorosa, no adherida. Microadenopatías laterocervicales derechas. Otoscopia dentro de la normalidad. Auscultación cardiopulmonar sin alteraciones. Test rápido para la detección de antígenos del Estreptococo beta-hemolítico del grupo A (EBHGA) negativo. Serologías de enfermedad de Lyme y citomegalovirus (CMV) negativas. Toxoplasma IgG e IgM positivos con avidez baja (12,3%).

Orientación diagnóstica: Toxoplasmosis aguda.

Diagnóstico diferencial: Mononucleosis infecciosa. Citomegalovirus. Amigdalitis estreptocócica. Gripe viral. Tuberculosis. Enfermedad del arañazo de gato. Enfermedad de Lyme. Linfoma. Infecciones vías respiratorias. Infecciones óticas.

Comentario final: La prevalencia de toxoplasmosis en la especie humana oscila entre un 30-80%, siendo mayor su incidencia en zonas tropicales y en condiciones ambientales favorecedoras como son el contacto con animales domésticos o la ingesta de carne cruda. La mayoría de ellas cursan de forma asintomática y son fáciles de confundir con una gripe común, por lo que se estima que actualmente un tercio de la población está infectada de forma crónica. El mejor método para su confirmación son las pruebas serológicas, siendo especialmente relevante el test de avidez de IgG, cuyo resultado, si es menor del 20%, confirma la infección por toxoplasmosis en un periodo inferior a cuatro meses. Nuestro caso, a pesar de que pueda parecer sencillo, nos hace reflexionar sobre la importancia de realizar una buena historia clínica, haciendo hincapié en los antecedentes personales y especialmente en el ámbito sociocultural que rodea a nuestros pacientes. Además nos permite concienciarnos de que para poder encontrar, primero debemos saber qué queremos buscar, y es que detrás de lo que podría parecer una simple amigdalitis viral se hallaba una toxoplasmosis.

Bibliografía

1. Murray PR, Rosenthal KS, Pfaller MA, eds. Protozoos sanguíneos y tisulares. Microbiología médica, 8ª ed. Barcelona: Elsevier; 2017.

Palabras clave: Toxoplasmosis. Adenopatía. Gatos.