Descripción del caso: Varón de 73 años edad con antecedentes personales de diabetes mellitus tipo 2 e hipertensión arterial, no alergias medicamentosas conocidas, que acude a la consulta de Atención Primaria por empeoramiento de lesión en cara posterior de muslo derecho por posible picadura de insecto hace 3 días. Acudió a urgencias ese día por presentar fiebre, se le pautó tratamiento con amoxicilina 500 mg con escasa mejoría.

Exploración y pruebas complementarias: Buen estado general, tensión arterial 135/70. Muslo derecho: placa necrótica de color violáceo de 2 × 2 cm, con bordes irregulares y con importante componente inflamatorio periférico por celulitis secundaria.

Juicio clínico: Loxoscelismo cutáneo o picadura de araña Loxosceles rufescens.

Diagnóstico diferencial: Picaduras de otros insectos. Herpes simple y zóster. Erisipela. Carbunco. Lupus eritematoso cutáneo. Edema angioneurótico. Vasculitis.

Comentario final: Se administra Urbason 40 mg im en consulta y se retira la escara persistiendo una úlcera de unos 2 cm poco profunda con fondo oscuro, con inflamación perilesional; se pauta tratamiento domiciliario con cloxacilina 500 mg 1/6h y clindamicina 300 mg 1/8h. El paciente vuelve a revisión tres días después con gran mejoría de la herida y del componente inflamatorio. Se han dado varios casos similares en esta localidad en los últimos meses, observándose en todos una excelente evolución con el tratamiento antibiótico combinado de cloxacilina y clindamicina. Las picaduras de Loxosceles rufescens son de las más frecuentes en el área mediterránea. El veneno de esta araña tiene propiedades necrotizantes, hemolíticas, vasculíticas y coagulantes, y el cuadro puede presentarse bajo dos formas bien definidas: loxoscelismo cutáneo y loxoscelismo cutáneo-visceral o sistémico, menos frecuente. En la piel puede provocar graves alteraciones vasculares, con áreas de vasoconstricción y otras de hemorragias que conllevan de inmediato a la isquemia local y a veces a la placa gangrenosa.

Bibliografía

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