77 - INFLUENCIA DEL DÉFICIT DE VITAMINA D EN LA ACTIVIDAD INFLAMATORIA Y EL CURSO CLÍNICO DE LA ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL
1Hospital Universitario y Politécnico La Fe, Valencia. 2CIBEREHD, Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas.
Introducción: La vitamina D ha sido recientemente reconocida por su papel inmunomodulador. Se ha descrito cómo su deficiencia actúa como factor de riesgo para enfermedad de Crohn (EC) y colitis ulcerosa (CU). Las reservas de vitamina D, medidas en 25(OH)D3 sérico, puede que estén asociadas a la actividad inflamatoria de la enfermedad. El estudio de esta relación es un tema de interés en la investigación clínica actual.
Objetivos: Determinar la asociación de los niveles de vitamina D con los marcadores proinflamatorios y la gravedad del curso clínico de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Analizar la progresión de la vitamina D cuando se suplementa activamente.
Métodos: Se tomaron datos de forma retrospectiva y longitudinal de hasta 84 pacientes con EII. Los dividimos en 3 grupos en base a los niveles de 25(OH)D3: déficit grave (< 15 ng/mL), déficit moderado (≥ 15 < 30 ng/mL) y suficiencia (> 30 ng/mL). Se recogieron hasta tres determinaciones en el tiempo de vitamina D, marcadores inflamatorios e índices de gravedad clínica.
Resultados: Se detectó una asociación inversa entre los niveles de 25(OH)D3 con calprotectina fecal (CF) (r = 0,533 p < 0,001) en CU y EC. Sin embargo, sólo se detectó asociación inversa entre 25(OH)D3 y proteína C reactiva (PCR) en pacientes con CU (r = -0,5 p < 0,01). La asociación fue débil para EC (r = - 0,15). No se detectó asociación entre los valores de fibrinógeno (FBG) y vitamina D en este estudio. El análisis multivariante aplicado a las tres variables PCR, FBG y CF mostró un nivel discriminante del 80% para diferenciar entre grupo déficit grave y no grave. La regresión binomial negativa mostró resultados estadísticamente significativos en el número de ingresos hospitalarios (p < 0,01) y de brotes (p < 0,01) para grupo de déficit grave de vitamina D (< 15 ng/mL). La regresión logística mostró que aquellos pacientes con déficit grave de vitamina D tenían mayor probabilidad de precisar corticoides (46% vs 7% p < 0,01) y de escalar o intensificar el tratamiento (69% vs 9% p < 0,01). Tras una adecuada suplementación oral de vitamina D, el grupo de déficit grave alcanzó unos niveles de 24,96 (20,83, 29,03) ng/mL de 25(OH)D3. Conclusiones: Se ha encontrado una relación entre la carga inflamatoria intestinal (CF) y niveles de vitamina D tanto en EC como en CU. Existe también una relación entre la carga inflamatoria sistémica (PCR) y los niveles de vitamina D para CU. El déficit grave de vitamina D se asoció a más ingresos hospitalarios, brotes, uso de corticoterapia e intensificación del tratamiento. Se precisan estudios de intervención para conocer si restablecer niveles de 25(OH)D3 conlleva cambios en la actividad clínica o los marcadores inflamatorios.