Introducción y objetivos: La inocuidad y fácil acceso de la ecocardiografía transtorácica (ETT) ha conllevado en los últimos años a una escala progresiva de su uso, asociando de forma inherente una importante sobrecarga asistencial. En base a esta problemática en 2011 se publicó un consenso internacional de indicaciones para el uso adecuado de ETT, a fin de optimizar y mejorar su gestión. Planteamos analizar en una serie de ETT realizadas en pacientes ingresados el nivel de adecuación según las recomendaciones vigentes, y posteriormente su impacto clínico.

Material y métodos: Analizamos 100 ETT consecutivas solicitadas. Describimos porcentaje de especialidad solicitante, indicación, nivel de adecuación e impacto clínico de la prueba. Esta última variable incluye un cambio activo del manejo terapéutico (medicación, realización o anulación de interconsulta/test complementarios/procedimientos invasivos), documentación de mejora clínica, o ningún cambio de actitud (manejo incorrecto/ninguna variación terapéutica).

Resultados: El 55% de ETT fueron de Medicina Interna (MIN), el 32% Cardiología (CAR), el 7% Neurología (NEU).Las indicaciones más frecuentes fueron: dolor torácico, SCA, ICC, palpitaciones, síncope, HTA. El 82% fueron peticiones adecuadas según las recomendaciones vigentes, pero tan sólo el 35% asoció un cambio de tratamiento activo y ninguno hasta el 40%. Por especialidades: El 47% de las de MIN, el 22% de las de CAR y el 57% de NEU no genero cambio terapéutico.

Conclusiones: Las recomendaciones de adecuación de ETT podrían tener sus límites en la práctica clínica habitual ante el impacto clínico observado. Deberían aunarse criterios clínicos, evidencia científica y resultados esperados pre-ETT para mejorar su gestión.